Quizás
se muestren escépticos ante la historia que van a leer,seguramente
no crean mis palabras,pensarán que soy un demente más,que intenta
justificar su locura con historias rocambolescas,pero espero que esta
confesión caiga en manos apropiadas, las cuales sepan ver que no es
una justificación postmortem sino la llamada desesperada
de un alma atormentada por el destino.
He
pasado cinco largos años en esta lúgubre habitación
psiquiátrica,intentando explicar a cada uno de mis examinadores los
sucesos acontecidos aquella noche que provocaron la desaparición y
muerte de mi amada,intentando demostrar mi inocencia y mis esfuerzos
por ayudarla en sus últimos suspiros de vida.Ellos únicamente se
limitaban a apuntar en sus amarillentas libretas datos y datos
vacíos,no era más que una rata de laboratorio para ellos,un maldito
psicópata o cualquiera de esas mentes desequilibradas.
Ahora
sólo espero que tú,desconocido lector seas condescendiente
conmigo,entiendas mi historia y te apiades de mi martirizada alma,ya
que yo no la maté,fue aquella blanquecina y agrietada masa que
gobierna la noche,sí,ella,la Luna ¡La luna! ella se abalanzó
sobre mi amada aquella fatídica noche.
Todo
transcurrió la noche del 23 de junio de 1975,atravesábamos el
parque en busca de un lugar donde disfrutar de aquella maravillosa
noche y dar rienda suelta a nuestro jovial amor.Al fin divisamos una
pequeña colina flanqueada por dos grandes e íntimos
arbustos,decididos nos dirigimos hacia ella y una vez allí decidimos
recostarnos sobre su verde alfombra,recuerdo cómo el rocío de las
finas hierbas mojaba mi espalda,al igual que recuerdo el rostro
angelical de mi dulce amante,sus vivaces y verdosos ojos clavándose
en mí y sus carnosos y rosáceos labios acariciando suavemente los
míos,verdaderamente estaba en el paraíso.Pero de pronto,notamos que
no estábamos solos allí,que había alguien más junto a
nosotros,vigilándonos,miramos a nuestro alrededor y no encontramos a
nadie,pero la sensación persistía y se hacía cada vez más
presente,era una sensación imperceptible a nuestros ojos
pero visible a nuestros sentidos,¿qué había allí? Pronto nos
percatamos de que aquella no era una veraniega noche más,el cielo
estaba despejado pero carecía de estrellas, había cobrado
un tono marino, parecía el espejo de un abismo
colgante,daba vértigo su simple visión y,junto
a aquel vertiginoso y profundo cielo se situaba un enorme faro
blanco,más grande de lo normal,que produjo en mi bella acompañante
un respingo de asombro.
Y allí estaba,resplandecía
en lo alto de aquel marino cielo,majestuosa,de proporciones
desorbitadas,como si nos quisiera cubrir con su pálido manto. No sé
muy bien cómo lo hizo,pero tras un rato observando asombrados sus
ciclópeas dimensiones,aquel inerte satélite cobró vida
y ejerció una fuerza muda sobre mi amada,la atrapó con un invisible
sedal y fue elevándola lenta pero poderosamente hacia el cielo,traté
de retenerla agarrando con fuerza sus brazos,tiré lo más que pude
pero el esfuerzo fue inútil,mis manos acabaron resbalando de su
suave y cálida piel y caí desplomado sobre el suelo,salté para
intentar agarrarla y parar su ascenso,pero me fue imposible,me
resigné a observar cómo poco a poco,mi joven y bella compañera fue
acercándose a la pálida secuestradora del cielo,su rostro era el
fiel reflejo del miedo,sus desesperados ojos clamaban por escapar de
aquel fatídico rapto,podía escuchar su desgarradora voz pidiendo mi
auxilio,un rescate imposible,aún puedo escuchar su aterciopelada voz
desgarrada por aquel suceso en cada una de mis noches.
A
lo lejos pude ver como aquel homicida astro la absorbió,produciéndose
la transformación rojiza de aquella masa blancuzca,un rojo intenso
como la sangre,que produjo una estela sanguinolenta sobre todo lo que
me rodeaba.
Mi
cuerpo impactado ante aquel suceso,cayó desplomado y atónito ante
aquel acto,proferí el grito mas gutural y angustiado de cuántos
haya escuchado la humanidad,golpeé la hierba con fuerza intentando
deshacer aquella tragedia,pero mi pesadilla no había hecho más que
empezar.
No he dejado de pensar cada noche en aquel día.¿Por qué la luna se lleva a los jóvenes amantes?¿quizás sea ese su secreto para mantenerse joven? ¿ o quizás sea fruto de la envidia al ver que mientras ella gobierna sola la noche las personas dan rienda suelta a su amor?.
No he dejado de pensar cada noche en aquel día.¿Por qué la luna se lleva a los jóvenes amantes?¿quizás sea ese su secreto para mantenerse joven? ¿ o quizás sea fruto de la envidia al ver que mientras ella gobierna sola la noche las personas dan rienda suelta a su amor?.
Ya
conoces mi historia,ahora es hora de que juzgues tú mismo la validez
de mis palabras,he confesado todo lo ocurrido aquella noche del 23 de
junio de 1975,ahora es momento de acabar con mi sufrimiento y darle
descanso a mi abotargado cuerpo,probablemente el suicidio sea una
opción cobarde,pero es la única forma de acabar con mi tormento.
Adiós,estimado lector.
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