martes, 3 de diciembre de 2013

Comepesadillas

Esta es la historia del Comepesadillas, y le apodo así, no porque devore los malos sueños, sino por su capacidad de escuchar y ayudar a las personas, podríamos denominarlo un ángel,si estos existieran,pero no corre tal suerte.

Nuestro pobre diablo se ve abocado a soportar día tras día los llantos de personas,y ofrecerles su hombro como desembocadura, para muchos, esto seria un suplicio de vida,pero no para él, quien día a día recibe el manantial de dolor de sus semejantes y fertiliza su corazón haciéndose cada día mejor persona.

Nunca pide nada a cambio de su apoyo, el comepesadillas no es un ser interesado. La maldad no ha calado en su interior, es bondad pura, es la viva prueba del 'hombre bueno por naturaleza' en quien creía Rousseau.

Pero como todo hombre sobresaliente, tiene una maldición, su maldición no es otra que su condena a no experimentar nunca el amor. Jamás será amado, pasará la vida ayudando a los demás, siendo un pilar para el resto,pero nunca conseguirá apoyarse en nadie ni recibir la mas mínima caricia en su corazón. Jamás nadie le besara atravesando su alma, nunca escuchará un 'te quiero'.
Y digo esto, no por mis dotes de adivino,  sino por los hechos que  provocaron mi luto y posterior tributo al comepesadillas.
Ayer, tras haber ayudado a una mujer a superar la ruptura con su pareja, el exnovio de ella apareció una hora más tarde y disparó  contra su corazón, propinandole una muerte instantánea. Al grito de 'maldito cerdo comeorejas' arrebató la vida de nuestro héroe.

A pesar de su entregada vida y de sus grandes hechos, su entierro fue una ceremonia desierta, a la que sólo yo he asistido, y, en su honor, me dedico a escribir esta historia que colocaré en el interior de su ataúd para que nunca se olvide todo lo que el comepesadillas ha hecho para crear un mundo mejor, sin dolor.

VA POR TI, MI AMIGO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario